20.1.08

AHAU (sol)

Número : 20 • Sol, paloma, chacra coronario.
Color: Dorado.
Flor: Crisantemo amarillo, pasionaria, girasol, prontea.
Gemas: Ambar, topacio dorado, citrina, zafiro amarillo.
Elemento: Fuego.
Dirección: Sur.
Mudra: Con las palmas mirando hacia uno a nivel de los ojos, a distancia una de la otra igual al ancho de los hombros, hasta que las manos cosquillean. Luego girar las palmas hacia afuera abriendo los brazos para irradiar la energía solar.

Gobernado por Plutón. Regido por el chakra coronario. Vive por el espíritu a partir del corazón universal. Conciencia, iluminación y fuego universal. Auto-regulador. Amoroso, dedicado, artístico, soñador y romántico. Bien intencionado. Nobleza, dignidad, belleza. Anima, florece, brilla, manda. Espiritualidad, ser iluminado, crístico. Mente solar, maestría. Realización del cuerpo solar, sabiduría. Conocimiento. Habilidad de enfocar el todo galáctico. Recibe y expresa los poderes de la Ascensión y de la Iluminación. Deja que los rayos del sol interior iluminen y traigan poder a su vida. Asciende a su centro cardíaco y accede al amor incondicional.

El día para servir a los demás. Señor Sol, flor blanca, amar a la vida, dar luz, iluminar el fuego universal, la esencia de todo, mente solar, realización del cuerpo solar, habilidad de enfocar el todo galáctico, habilidad para abarcar y generar el ciclo entero, iluminación radiante, proceso de retorno al gran océano universal de la memoria (NAGUAL), su carácter es la vida.
Mente solar, maestría, nuevo ciclo armónico, éxito, desenvoltura, florece, manda, espiritualidad, nobleza, dignidad.

El Descubridor de Sol, o lo que le toca descubrir a este signo.
Se dice que es una bendición tener este signo, hijo del Sol eres de conciencia solar, mente solar manifestando como el maestro con muchos nombres. Tú eres el que lleva la antorcha para elevar la conciencia de muchos. Eres el triángulo luminoso, la trinidad hecha visible en este mundo de creación. Elevas la humanidad con el simple hecho de representar a la luz. Sabe que eres la presencia Yo Soy no hay otra.

Tu signo trae a tu vida el poder sanador del amor incondicional. Goza de su radiante abastecimiento. Tu te vistes de esa luz de ilimitada bienaventuranza. Sabe que eres divino. Sabe que ya eres la mente de luz. Vuelve como hijo divino del Sol Sagrado Central. En todos tus pensamientos y actos irradia la presencia Yo Soy. Acéptate incondicionalmente como eres. Viaja con tu cuerpo de luz y vuelve a las estrellas de las cuales nunca partiste. Usa la corriente del Zuvuya, el circuito por el cual todas las cosas vuelven a sí mismas. Vivencia la unión mística con la Fuente.

Quédate en paz. Este signo te indica que ya estás activada tu ascensión, ya progresa. Manténte identificado con el poder del Sol. Navega con las corrientes doradas hacia tu hogar en las estrellas. Ve con alegría hacia todo lo que te trae bienaventuranza y éxtasis. Perdona, libera, ama a todos los seres, a toda la creación, como la caricia incondicional del Sol. Honra y ten confianza en el lenguaje de la luz dentro de tus sentimientos, es el compás espiritual que te guiará de vuelta a casa. Abre tu corazón como flor al Sol, y hazte del amor que mantiene en cohesión con el Universo.

La Sombra y su Sabiduría : Son los aspectos con los que limitas a Dios y a tí, sean ideales o identificaciones. Estos conceptos funcionan como encajonamiento y son construidos por medio de creencias y principios que crean separación. Contempla tus conceptos de la Divinidad y cómo crean tu mundo y la visión que tienes de tí mismo. Si no te ves como parte integral de Dios o si te sobreidentificas con tu Divinidad personal estás a la sombra de tu signo. El Sol te anima a que explores y vivencies el amor incondicional.

La Sombra es el amor condicionado, es decir el amor con expectativas y juicios. El amor incondicional es aceptación y permiso. Aceptando y dando permiso entras en un panorama más amplio de la condición humana. La aceptación y el permiso son los sistemas abiertos que permiten todas las experiencias y exploraciones de todo estado del Ser. Concede permiso para que todo esté bien tal cual está. Aprende a ser incondicional especialmente contigo mismo, es un rasgo básico del hijo divino del Corazón Uno. La marea ilimitada del sol viene entrando. Fluye en su corriente de éxtasis hacia la bienaventuranza incondicional y la unión.